La herencia histórica de los países escandinavos nunca es ajena al momento de proyectar. En este caso la calle Åstadveien en Asker nace en la estación de Billingstad, y recibe su nombre por la granja Åstad, la cual atraviesa. Partes de la carretera son restos de un antiguo sendero para montar a caballo y sobre el este, viviendas unifamiliares de los años 20 se muestran incambiadas, mientras otras zonas están en un proceso de densificación con viviendas y programas más nuevos. Para nuestras imágenes, era importante la relación con el entorno, la naturaleza y la esencia propia del lugar. Debíamos concentrarnos en una correcta interacción entre lo nuevo, lo proyectado y aquello que permanece más allá de las transformaciones temporales. El trabajo de la luz global y detalles puntuales, así como el empleo de materiales y colores específicos significó para estas ilustraciones uno de nuestros primordiales encares.